¿Cómo estáis? OBVIAMENTE, espero que bien.
Bueno, como os habréis dado cuenta en el nombre de la entrada (y si no, ahora os lo explico yo) este es el epílogo de la novela de Álvaro.
Hace más de cinco meses que subí el último capítulo y bueno, pensé en hacer epílogo y aquí lo tenéis.
Tenía la idea de hacer esto, pero obviamente no iba a hacer una segunda temporada básicamente porque no tengo mucha imaginación. Así, qué, aquí tenéis el epílogo.
¡Espero que os guste y por favor, comentad!
__
EN EL ÚLTIMO CAPÍTULO…
Narra
Álvaro
-Álvaro: Y esto fue lo que pasó. Esta fue nuestra
historia. –Se me cae una lágrima.
-Paula: Nunca lo había sabido…
-Álvaro: Viviste parte de ella…
-Paula: La verdad que me gustaría haberlo disfrutado
más esto con mamá… es decir, que ella también me la hubiese contado.
-Álvaro: Bueno, sabes su opinión… a mi también me
hubiera gustado. –Sonríe.
-Paula: Sí, la verdad que nunca había sabido que mamá
tuviera un diario… -Dijo con él en la mano.
-Álvaro: Y a mi también, pero tenéis que saber que
mamá ya no volverá… -Dije sentado en la hierba del cementerio.
EPÍLOGO
NARRA ÁLVARO
Escucho un ruido. Muevo
la cabeza y abro los ojos sobresaltada por la luz. Miro al techo. Es blanco.
Miro hacía mi lado y veo un sofá. Miro hacía el otro lado y veo una máquina. Mi
brazo está lleno de cables. Me siento en la cama y me toco la cabeza. Me duele.
Me tumbo de nuevo y cierro los ojos. Escucho unos pasos hacía la habitación.
-Álvaro: ¡Patri! –digo
levantándome de nuevo.
-Mamá: ¡Álvaro! ¡Te has
despertado! –dice corriendo hacía mí. Me abraza fuertemente.
-Álvaro: Mamá… ¿Y Patri?
–digo mirándola.
-Mamá: Álvaro… ¿Quién es
Patri?
-Álvaro: Mamá… ¿Tengo una
banda formada?
-Mamá: Cariño, no sé de
que me estás hablando… -dice acariciándome la mejilla.
Entonces… todo ha sido un
sueño. Todo ha sido un maldito sueño. ¡Todo me pasa a mí!
-Álvaro: ¿Dónde estoy?
-Mamá: En el hospital,
cielo. Has estado dos años en coma. Y te trajimos a este hospital, hospital
Miramar.
¿DOS AÑOS? ¡¿EN COMA?!
-Mamá: Será mejor que te
relajes, cielo. Tienes que descansar. –asiento y me tumbo en la cama. –Llamaré
a un médico para decirle que despertaste. Te harán pruebas. –asiento y miro
hacía un lado. -¡Un médico a la sala 218 por favor!
Me gustaría que hubiese
sido real. Aunque acabara con que Patri moría. Hubiese sido feliz.
*Narra Patri*
-Mamá: Patri, despierta
ya, por favor. –dice cogiendo mi mano. Abro un ojo y lo cierro rápidamente.
Puta luz. Aprieto la mano de mi madre y esta se sorprende. -¿Patri?
-Patri: Mmm…
-Mamá: ¡Patri!
-Patri: ¿Qué hago aquí?
–digo una vez ya tengo los ojos abiertos. Miro mi brazo y me sorprendo. -¿Y
Paula? ¿Carlos? ¿Álvaro?
-Mamá: Cariño, no sé quienes son esos. Llevas en coma dos años.
-Patri: ¿En coma? ¿Cómo
que en coma? Pero si parecía real.
-Mamá: Cariño, todo fue
un sueño.
Sólo un sueño. Sólo fue un
sueño.
-Mamá: Llamaré a un
médico para que venga a la habitación 217. Esta es tu habitación. –dice
sonriendo.
-Patri: ¿De qué hotel?
-Mamá: Hotel Miramar.
*Narrador inconsciente*
Y lo que no sabía nadie,
solamente tú y yo sabemos, qué estaban a pocos metros del uno y del otro, y eso
había sido un sueño. Un sueño de ambos. No era un sueño real, pero ambos
soñaron lo mismo. Y es qué… Quién sabe si dentro de unos años pasará algo con
ellos dos. Lo que ahora sé, es que Patri y Álvaro se sienten más tristes que
nunca. Habría sido una historia de amor intensa, y muy real. Pero, a veces, la
vida es injusta.
Que bonito :,)
ResponderEliminarHace mucho q no subes de los sueños se cumplen :(
ResponderEliminar¿Está en coma en un hotel en vez de en un hospital? Claaaaaaaro
ResponderEliminar