CAPÍTULO 11 - NOVELA DE ÁLVARO Y TÚ

EN ANTERIORES CAPÍTULOS…

-Patri: Tengo sospechas… -Me mira. –Marysa tenía cortes y arañazos en el brazo…

-Álvaro: ¿Y que quiere decir eso?

-Patri: No sé, pero esto pinta mal… tendríamos que venir otro día… cuando estemos en casa con mi padre, cuento lo que me parece a mi que es…

-Álvaro: Me matas de intriga, mala persona. –Río y Álvaro arranca, llevándonos a casa.

CAPÍTULO 11 – NOVELA DE ÁLVARO Y TÚ

{Escuchad esta canción para el capítulo, pls http://www.youtube.com/watch?v=vpwgirxsp-s}

Estamos aún en el coche, Álvaro de vez en cuando, me mira.

-Álvaro: ¿Estás bien, Patri? –Niego con la cabeza. –Estás un poco pálida… ¿tienes ganas de vomitar? –Asiento, Álvaro aparca en un lado de la carretera y yo salgo corriendo para vomitar, Álvaro me sigue, me hace una coleta en el pelo y empiezo a vomitar. –Tranquila, estas agobiada…

-Patri: Me encuentro muy mal… -Le doy mi bolso. –Coge pañu… pañuelos. –Los saca, pone el bolso en un lado y me limpia un poco la boca.

-Álvaro: Tranquila… ahora llegamos a casa y te tumbas, ¿si? –Asiento, Álvaro coge el bolso, nos montamos en el coche y él arranca. Llegamos a casa, saludo a mi padre y Álvaro me lleva a la habitación y me tumbo. –Cuando estés mejor, bajas abajo y nos explicas a tu padre y a mí lo de Marysa, ¿vale? –Asiento, cuando Álvaro sale de la habitación, me suena el móvil. Lo cojo sin fuerzas.

-Patri: ¿Sí?

-****: Soy yo, Marysa.

-Patri: ¿Marysa? ¿Cómo que me llamas? –Digo sentándome en la cama.

-Marysa: Necesito tu ayuda, prométeme que no se lo vas a decir a nadie. –No digo nada. –A Álvaro si que puedes.

-P (Patri): Dime.

-M (Marysa): Estoy mal.

-P: Me estás preocupando, ¿estás bien? –Escucho gritos.

-M: Te tengo que dejar, pero por favor, prométeme que vendrás pronto a verme, por favor.

-P: Intentaré ir mañana, pero no es seguro, Marysa… -Se hace un silencio por unos segundos... hasta que ella lo rompe.

-M: Te tengo que decir una cosa, tenemos que quedar lo antes posible, por favor. –Miro la hora. Las 13:30.

-P: ¿Quieres que pasemos Álvaro y yo a recogerte y comemos?

-M: Vale, pero por favor, avisarme cuando estéis para que pueda abrir yo. Mándame un whatsapp.

-P: Vale. –Nos despedimos y bajo abajo.

-Álvaro: ¿Ya te encuentras bien?

-Patri: No… pero me ha llamado Marysa.

-Paco: ¿Qué te ha dicho?

-Patri: Me ha dicho que solo se lo puedo decir a Álvaro…

-Paco: Entiendo… bueno, da igual. Voy a hacer la comida… ¿qué queréis?

-Patri: Oh, vamos a ir a comer con Marysa…

-Paco: Bueno… adiós. –Nos despedimos, Álvaro y yo vamos al coche de nuevo, y por el camino, le cuento todo.

-Álvaro: Hostia… ¿puede ser que tenga Ana a Marysa?

-Patri: Puede ser… pero no sé nada… me ha llamado Marysa y me he preocupado bastante.

-Álvaro: Normal… -Aparca al lado de la casa de Marysa y yo bajo del coche, pero antes, le envío un whatsapp avisándole de que estamos. No hace falta ni picar, baja corriendo.

-Marysa: Patri. –Me abraza. –Corre, vámonos.

-Patri: ¿Pero que pa…? –Me empuja hacía el coche y nos montamos rápido.

-Marysa: Siento el empujón, pero es que… -Se calla.

-Patri: ¿Es que, qué?

-Marysa: Es que… no saben que he salido…

-Patri: Bueno, tranquila. ¿Has cenado? –Niega.

-Marysa: Nunca ceno.

-Patri: ¿Y no te mueres de hambre? –Pregunto preocupada.

-Marysa: Me comería cuatro vacas enteras. –Se hace un silencio. -¿Vamos a cenar? –Asiento. –No me he traido dine…

-Patri: Invito yo. –Marysa sonríe. -¿Me vas a contar lo que pasa?

*Después de que me lo haya contado*

-Patri: Hostia puta, yo mato a esa, yo es que la mato. –Digo llorando.

-Marysa: No, por favor… como Ana sepa que te lo he contado… me mata.

-Patri: Tranquila… ¿te puedo hacer una pregunta?

-Marysa: Dime.

-Patri: ¿Quién era la que me ha abierto antes?

-Marysa: Era… -Piensa. –Alba.

-Patri: ¿Alba? ¿Qué Alba?

-Marysa: Alba, Alba.

-Patri: ¿Cómo? ¿Por qué?

-Marysa: Se cambió de peinado, de ropa… de todo. Me contó que siempre estuvo contigo por interés, porque decía que tenias ‘’popularidad’’ en el colegio, e instituto. –Río. –Sí, es una tontería, pero me dijo eso…

-Patri: Una tontería muy grande… que yo sepa nunca he tenido popularidad…

-Marysa: Lo sé… pero que le vamos a hacer…

                                                        Narra Álvaro

Estoy conduciendo, yendo hacía un restaurante para cenar, mientras Marysa le cuenta a Patri lo que pasa en su casa…

-Patri: ¿Me vas a contar lo que pasa?

-Marysa: Bueno… Ana está en la casa. –Patri va a hablar, pero, Marysa sigue. –Me pega… y bueno, me corta… -Patri se sorprende.

-Patri: Joder… ¿Pero por qué lo hace?

-Marysa: Ana tiene a tu madre. –A Patri se le cae una lágrima. –Tu madre no está bien…

-Patri: Necesito verla, por favor, no puedo estar sin ella… -Patri se puso a llorar y yo, aparqué.

-Marysa: Tranquila, Patri, saldremos de esta… no sé cómo, pero saldremos de esta, te lo juro… esa puta no puede estar haciendo la vida imposible de alguien… -Se hace un silencio.

-Patri: ¿Hablas con mi madre?

-Marysa: Sí. Me habla mucho de ti…

-Patri: ¿Ana le da de comer?

-Marysa: Nunca te he olvidado yo a ti, cuando Ana me daba de comer, le daba la mitad a tu madre, porque Ana no le daba nada de comida… -Patri llora más. –Tranquila, Patri…

-Patri: ¡ES QUE ES UNA PUTA, JODER! –Empieza a llorar.

-Álvaro: Tranquila, Patri. –Le calmo. –Tengo un plan…

-Patri: ¿Otro? –Asiento. -¿Cuál?

                                                            Narra Patri

-Álvaro: Marysa va a casa… le puede decir a Ana que ha estado con nosotros y que nos está diciendo mentiras, para que confiemos en ella, entonces, quedar un día, ir a casa de Marysa, y tu poder ver a tu madre… ¿Me habéis entendido? – (Si no lo habéis entendido, que yo explico muy mal, me lo preguntáis y os lo respondo por comentario o twitter)

-Patri: Sí… la verdad que si el plan no sale bien, puede ir muy mal… y si sale bien, puede ir genial…

-Marysa: Entonces, lo que quieres decir es que hagamos un ‘’plan’’, Ana y yo para ‘’encerraros’’ pero que Patri pueda ver a su madre, ¿no?

-Álvaro: Exacto.

-Marysa: Bueno, puede ir bien… -Sonreímos los tres.

-Patri: ¿Vamos a cenar? ¡Tengo un hambre que me muero! –Reímos, salimos del coche y nos dirigimos al restaurante que estaba al lado del coche.