domingo, 20 de octubre de 2013

CAPÍTULO 1 – NOVELA DE ÁLVARO Y TÚ

CAPÍTULO 1 – NOVELA DE ÁLVARO Y TÚ

_____________________________________________________________________________________        NARRA PATRI

-Mi madre (Pili): Venga, hija, a despertar. –Dice subiendo la persiana.

-Patri: Mmm… -Digo desperezándome.

-Pili: Venga, tienes que ir a buscar a Álvaro a la estación. –Dice quitándome la sabana de encima.

-Patri: Que si, que ya voy. –Digo levantandome.

-Pili: He quedado con él en que pasarías a buscarle a las doce, ¡así que, date prisa! –Dice gritando por el pasillo. Cojo el móvil, lo desbloqueo y son las diez y media, me da tiempo, ya que no tardo nada en arreglarme. Bajo las escaleras bostezando, como siempre.

-Mi padre (Paco): Buenos días, Patri. –Dice con el periodico en las manos, leyéndolo, como es de costumbre. Le sonrío y me pongo al lado de la silla de la cocina, en la que siempre me siento, al lado de mi hermano, David.

-Mi hermano (David): Buenos días. –Me sonríe y le abrazo.

-Patri: Buenos días. –Sonrío. Abro el armario, sacando de él una caja de cereales, me los pongo en un bol y acto seguido, pongo leche, y me siento al lado de David. -¿vas a salir a montar a caballo hoy? –Digo cogiendo una cucharada de cereales.

-David: Iba a salir, pero prefiero ir contigo, me gusta más. –Sonríe.

-Patri: Ya, pero me voy a buscar a Álvaro…

-David: Si quieres podemos ir a montar cuando vengas de traerlo, así le enseñamos un poco más este pueblo.

-Patri: Sí, bueno, no sé… -Termino los cereales y los dejo en la pica. –Voy a arreglarme. –Subo a mi habitación y me pongo algo normal, una camiseta de tirantes gris, unos pantalones cortos tejanos, y mis Vans. Me maquillo un poco, con rimel y pintalabios, me lavo los dientes, me peino, etc… Miro la hora, las 11:30, perfecto, me da tiempo de ir al centro de Madrid a buscar a Álvaro. Salgo del baño y bajo para despedirme de mis padres. –Bueno, adiós. –Digo dándole dos besos a cada uno. –No salgas sin mi a montar a caballo, eh. –Le advierto a mi hermano. El cual me responde riendo. Salgo por la puerta y me dirijo a mi coche, lo enciendo y pongo la radio.

__________________________________________________________________________________________________     ÁLVARO

-Álvaro: ¿Seguro que no prefieres que me quede aquí en Madrid cuidándote de que te vayas a una residencia? –Digo saliendo de mi habitación, dirigiéndome a donde estaba mi abuela.

-Mi abuela: Sí, Álvaro, estaré bien en la residencia, y tu estarás bien en el pueblo. –Sonríe. –Ya me vendrás a visitar, el pueblo de aquí, está a media hora. -Sonrío

-Álvaro: Bueno, me tengo que ir. –Digo después de mirar la hora.

-Mi abuela: Adiós, hijo, ven a visitarme a la residencia, eh. –Nos damos dos besos y un profundo abrazo y acto seguido, salgo dirigiéndome a mi coche, subo la maleta y me dirijo a la estación.

_____________________________________________________________________________________________       PATRI

Llego a la estación, esperando a Álvaro, aparco, me bajo del coche y me apoyo en él. Saco de mi bolso mis gafas de sol, ya que hace bastante sol. Miro la hora, las 12:30, si que se retrasa este chico… miro alrededor, y no hay nadie, solo un chico, tiene pinta de ser joven.

-…: Perdona, ¿sabes si hay alguna máquina de café por aquí? El bar está cerrado y me muero por un poco de cafeína.

-Patri: Mira, allí hay una, junto a la máquina de refrescos. –Digo señalandole. –Anque te aviso de que yo ya he probado ese café y está en situaciones desesperadas. ¡Sabe a rayos!

-…: Más vale eso que nada. –Dijo el chico.

-Patri: Te entiendo, yo también soy adicta al café.

-…: Perdona una vez más, pero… -me enseñó un billete de cinco euros- ¿no tendrás cambio? –Busqué en mi monedero y miré si tenía cambio.

-Patri: No tengo cambio para el billete –me disculpé -, pero invito a un café. Me temo que aún tengo que seguir esperando un rato más, y me vendrá bien tomarme uno.

-…: Muchas gracias, pero no tienes porque invitarme.

-Patri: Cuarenta céntimos menos en mi prosupuesto, no van a ningún lado. –Le convencí con una tímida sonrisa-. ¿O crees que esa máquina te da café gourmet recién traído de Colombia? No sería ético cobrar más por esa agua caliente de color marrón. –Río y nos dirigimos a la máquina de café, saco dinero, lo hecho y le doy su café al chico misterioso, al igual que hago yo. Nos sentamos en el banco. Abrí mi bolso intentando sacar el tabaco, mi bolso parece el baúl de los recuerdos, pero antes de que lo encontrara, aquel chico, me estaba ofreciendo uno.

-…: Déjame que te invite a un cigarro, así te devuelvo el favor.

-Patri: Gracias. –dije aceptando su ofrecimiento. Me dio fuego y ambos dimos las primeras caladas en silencio.

-…: Parece que he llegado algo tarde. La persona que me tenía que venir a buscar no está por aquí. –comentó-. Aunque quizá sea mejor así.

-Patri: ¿Y eso? –me atreví a preguntar.

-…: Creo que quizá sea una sea de que no debería estar aquí. –Parecioa algo triste y molesto, con lo que supuse que se trataría de una chica, una que probablemente le había hecho daño. Y él interpretaba su ausencia como un signo irrefutable de que el destino les deparaba de un futuro juntos.

-Patri: Si te sirve de consuelo, yo he venido a buscar a alguien que ya lleva casi una hora de retraso.

-…: Su retraso probablemente se deba a los pocos trenes que circulan hoy.

-Patri: Ya, pero es que no estoy esperando a nadie que venga e tren. –dije. – ¡El muy cretino ni siquiera me ha llamado para avisarme de que se retrasaba!

-…: ¿Y porque no lo llamas para ver si le falta mucho? –sugirió.

-Patri: Porque estará conduciendo y no quiero distraerle. Supongo que ya tiene bastante con la movida que supone todo esto.

-…: ¿Qué movida?

-Patri: ¡Uf!..., déjalo, es demasiado largo para explicártelo –suspiré.

-…: Bueno, en vista de que nadie parece venir a recogerme, tengo tiempo de sobra. Te escucho.

-Patri: De verdad, es una historia algo triste y no creo que te interese. Puede incluso que se haya echado atrás, al fin y al cabo, no creo que le haga mucha gracia mudarse del centro de Madrid, a un pueblo… -bufé. –Empiezo  estar harta, le voy a llamar y si en cinco minutos no está aquí, me voy. –Saqué el teléfono del bolso y marqué su numero. El chico misterioso, aprovechó para utilizar su móvil. Imaginé qe estaría tratando de localizar a la chica que lo habia dejado. Se alejó un poco, lo que sopuse que era para hablar por teléfono. Mi llamada no dio casi ni un tono, enseguida contestó. Debía de llevar un manos libres instalado en el coche. -¿Álvaro?...

-Álvaro: Sí, soy yo. –contestó muy bajo.

-Patri: Soy Patri, ¿te has perdido? –intenté sonar amable.


-Álvaro: No, no me he perdido. –respondió. Fue curioso, porque entonces le oí más cerca, como detrás de mí. –Es que había mucho tráfico, pero, de hecho, ya estoy aquí. –Estas últimas palabras, no las escuché por el altavoz del móvil, sino que unos labios me las susurraron al oído contrario. Un aroma embriagador, mezcla de piel recién duchada y de perfume masculino, me envolvió. Di un salto del susto, me giré y encontré al chico al que acababa de conocer.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho!!!!!!! sigueme en twitter please, soy @VirChiquitita
    Gracias por escribir!!! ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. me alegro que te guste, c:

      si quieres que te avise en twitter cuando suba capítulo o algo, me lo pides, c:

      Eliminar