CAPÍTULO
1 – NOVELA DE ÁLVARO Y TÚ
_____________________________________________________________________________________ NARRA
PATRI
-Mi madre (Pili): Venga, hija, a
despertar. –Dice subiendo la persiana.
-Patri: Mmm… -Digo desperezándome.
-Pili: Venga, tienes que ir a buscar a
Álvaro a la estación. –Dice quitándome la sabana de encima.
-Patri: Que si, que ya voy. –Digo
levantandome.
-Pili: He quedado con él en que pasarías
a buscarle a las doce, ¡así que, date prisa! –Dice gritando por el pasillo.
Cojo el móvil, lo desbloqueo y son las diez y media, me da tiempo, ya que no
tardo nada en arreglarme. Bajo las escaleras bostezando, como siempre.
-Mi padre (Paco): Buenos días, Patri.
–Dice con el periodico en las manos, leyéndolo, como es de costumbre. Le sonrío
y me pongo al lado de la silla de la cocina, en la que siempre me siento, al
lado de mi hermano, David.
-Mi hermano (David): Buenos días. –Me
sonríe y le abrazo.
-Patri: Buenos días. –Sonrío. Abro el
armario, sacando de él una caja de cereales, me los pongo en un bol y acto
seguido, pongo leche, y me siento al lado de David. -¿vas a salir a montar a
caballo hoy? –Digo cogiendo una cucharada de cereales.
-David: Iba a salir, pero prefiero ir
contigo, me gusta más. –Sonríe.
-Patri: Ya, pero me voy a buscar a
Álvaro…
-David: Si quieres podemos ir a montar
cuando vengas de traerlo, así le enseñamos un poco más este pueblo.
-Patri: Sí, bueno, no sé… -Termino los
cereales y los dejo en la pica. –Voy a arreglarme. –Subo a mi habitación y me
pongo algo normal, una camiseta de tirantes gris, unos pantalones cortos
tejanos, y mis Vans. Me maquillo un poco, con rimel y pintalabios, me lavo los
dientes, me peino, etc… Miro la hora, las 11:30, perfecto, me da tiempo de ir al
centro de Madrid a buscar a Álvaro. Salgo del baño y bajo para despedirme de
mis padres. –Bueno, adiós. –Digo dándole dos besos a cada uno. –No salgas sin
mi a montar a caballo, eh. –Le advierto a mi hermano. El cual me responde
riendo. Salgo por la puerta y me dirijo a mi coche, lo enciendo y pongo la
radio.
__________________________________________________________________________________________________ ÁLVARO
-Álvaro: ¿Seguro que no prefieres que me quede aquí en Madrid
cuidándote de que te vayas a una residencia? –Digo saliendo de mi habitación,
dirigiéndome a donde estaba mi abuela.
-Mi abuela: Sí, Álvaro, estaré bien en la
residencia, y tu estarás bien en el pueblo. –Sonríe. –Ya me vendrás a visitar,
el pueblo de aquí, está a media hora. -Sonrío
-Álvaro: Bueno, me tengo que ir. –Digo
después de mirar la hora.
-Mi abuela: Adiós, hijo, ven a visitarme
a la residencia, eh. –Nos damos dos besos y un profundo abrazo y acto seguido,
salgo dirigiéndome a mi coche, subo la maleta y me dirijo a la estación.
_____________________________________________________________________________________________ PATRI
Llego a la estación, esperando a Álvaro,
aparco, me bajo del coche y me apoyo en él. Saco de mi bolso mis gafas de sol,
ya que hace bastante sol. Miro la hora, las 12:30, si que se retrasa este chico…
miro alrededor, y no hay nadie, solo un chico, tiene pinta de ser joven.
-…: Perdona, ¿sabes si hay alguna máquina
de café por aquí? El bar está cerrado y me muero por un poco de cafeína.
-Patri: Mira, allí hay una, junto a la
máquina de refrescos. –Digo señalandole. –Anque te aviso de que yo ya he
probado ese café y está en situaciones desesperadas. ¡Sabe a rayos!
-…: Más vale eso que nada. –Dijo el
chico.
-Patri: Te entiendo, yo también soy
adicta al café.
-…: Perdona una vez más, pero… -me enseñó
un billete de cinco euros- ¿no tendrás cambio? –Busqué en mi monedero y miré si
tenía cambio.
-Patri: No tengo cambio para el billete
–me disculpé -, pero invito a un café. Me temo que aún tengo que seguir
esperando un rato más, y me vendrá bien tomarme uno.
-…: Muchas gracias, pero no tienes porque
invitarme.
-Patri: Cuarenta céntimos menos en mi
prosupuesto, no van a ningún lado. –Le convencí con una tímida sonrisa-. ¿O
crees que esa máquina te da café gourmet recién traído de Colombia? No sería
ético cobrar más por esa agua caliente de color marrón. –Río y nos dirigimos a
la máquina de café, saco dinero, lo hecho y le doy su café al chico misterioso,
al igual que hago yo. Nos sentamos en el banco. Abrí mi bolso intentando sacar
el tabaco, mi bolso parece el baúl de los recuerdos, pero antes de que lo
encontrara, aquel chico, me estaba ofreciendo uno.
-…: Déjame que te invite a un cigarro,
así te devuelvo el favor.
-Patri: Gracias. –dije aceptando su
ofrecimiento. Me dio fuego y ambos dimos las primeras caladas en silencio.
-…: Parece que he llegado algo tarde. La
persona que me tenía que venir a buscar no está por aquí. –comentó-. Aunque
quizá sea mejor así.
-Patri: ¿Y eso? –me atreví a preguntar.
-…: Creo que quizá sea una sea de que no
debería estar aquí. –Parecioa algo triste y molesto, con lo que supuse que se
trataría de una chica, una que probablemente le había hecho daño. Y él
interpretaba su ausencia como un signo irrefutable de que el destino les
deparaba de un futuro juntos.
-Patri: Si te sirve de consuelo, yo he
venido a buscar a alguien que ya lleva casi una hora de retraso.
-…: Su retraso probablemente se deba a
los pocos trenes que circulan hoy.
-Patri: Ya, pero es que no estoy
esperando a nadie que venga e tren. –dije. – ¡El muy cretino ni siquiera me ha
llamado para avisarme de que se retrasaba!
-…: ¿Y porque no lo llamas para ver si le
falta mucho? –sugirió.
-Patri: Porque estará conduciendo y no
quiero distraerle. Supongo que ya tiene bastante con la movida que supone todo
esto.
-…: ¿Qué movida?
-Patri: ¡Uf!..., déjalo, es demasiado
largo para explicártelo –suspiré.
-…: Bueno, en vista de que nadie parece
venir a recogerme, tengo tiempo de sobra. Te escucho.
-Patri: De verdad, es una historia algo
triste y no creo que te interese. Puede incluso que se haya echado atrás, al
fin y al cabo, no creo que le haga mucha gracia mudarse del centro de Madrid, a
un pueblo… -bufé. –Empiezo estar harta,
le voy a llamar y si en cinco minutos no está aquí, me voy. –Saqué el teléfono
del bolso y marqué su numero. El chico misterioso, aprovechó para utilizar su
móvil. Imaginé qe estaría tratando de localizar a la chica que lo habia dejado.
Se alejó un poco, lo que sopuse que era para hablar por teléfono. Mi llamada no
dio casi ni un tono, enseguida contestó. Debía de llevar un manos libres
instalado en el coche. -¿Álvaro?...
-Álvaro: Sí, soy yo. –contestó muy bajo.
-Patri: Soy Patri, ¿te has perdido?
–intenté sonar amable.
-Álvaro: No, no me he perdido. –respondió.
Fue curioso, porque entonces le oí más cerca, como detrás de mí. –Es que había
mucho tráfico, pero, de hecho, ya estoy aquí. –Estas últimas palabras, no las
escuché por el altavoz del móvil, sino que unos labios me las susurraron al
oído contrario. Un aroma embriagador, mezcla de piel recién duchada y de
perfume masculino, me envolvió. Di un salto del susto, me giré y encontré al chico al que acababa de conocer.
Me gusta mucho!!!!!!! sigueme en twitter please, soy @VirChiquitita
ResponderEliminarGracias por escribir!!! ;)
me alegro que te guste, c:
Eliminarsi quieres que te avise en twitter cuando suba capítulo o algo, me lo pides, c: